De colillas, camiones y un par de cabrones

Los tormentos de una mentira, son el hoyo de tu propia tumba. Tus jodidos panfletos de victima me parecen un chiste barato. Que mierda vivir en un cuento donde pese a lo evidente te sigues creyendo protagonista. Y ahora a quién le venderás tus lagrimas? Te regreso las migajas de un mentiroso. Yo no destroce la felicidad, te enseñe algo que no conocías se llama realidad. Para ti fui mentira... Para mi te falto valor. Nunca fueron escritos mios, era tu realidad, tus mentiras, tus miedos, tus besos y tus caricias transformadas en palabras... Si fui una puta, es por que la historia que escucharon la contaste tú. Me alegra dejarte en el camino, te regalo mi ausencia y todas esas veces en las que pretendí hacerte volar conmigo. Me guardaste en un baúl atada con tus mejores recuerdos, a un costado de tus peores miedos... No fuimos sabios con el tiempo. Nos ganó un preludio, y como novatos, decepcionados, nos retiramos del concierto. No lamento haberte conocido. En todo caso, lo juro, lamento haberme quedado con tantos recuerdos...


No quiero tu lugar por el contrario me regalo la libertad de saberme feliz... De quitarme las cadenas y condenas a las que jamás pertenecí.
Y todas y cada una de ellas te las sedo... esa onda de perdonar, humillarte y las mentiras no se hicieron para mi.