Dejame que te cuente una historia, antes de que mis demonios me atrapen, antes de que tengas que irte....

6 jun 2010

Cronicas de un fin de semana lejos...

Viernes 28 de mayo 2010.

5am Suena esa linda canción de Monocordio, parece que mi cuerpo no descanso lo suficiente mis  parpados pesan aún más que el movimiento de mis piernas, y duele más dejar de soñar que el golpe de mis talos contra el congelado, frió y sucio piso.

Despego mis últimos suspiros de la cama estiro el cuerpo ¡Este será un GRAN viaje!.


Tomo un taxi en medio del trafico, hacia 10min debí estar en el punto de encuentro pero no podía llegar con cara de fantasma y llevar las pestañas caídas y el rimel corrido, subimos al camión el viaje parece ser largo, y lo es mucho más de lo que debió ser, las instrucciones y el croquis de la locación están mal indicados, y después de 2hr pedidos en carretera,


Llegamos al centro ceremonial Otomi, donde tuvimos señal para poder llamar al D.F. te marque de inmediato, pero mi saldo era muy poco así que solo puede decirte-Moko no podré llamarte, estoy muy lejos pero te quiero cuidate-.

Bajamos de los carros y el camión a descansar las piernas un rato, a observar la impresionante construcción que teníamos frente, el olor a hierbas y el frió clima que a las 11am nos brindaba el contexto.







El olor  a comida nos llamo y decidimos comer en un puestecillo típico "quequero", yo no tenía hambre pero sabíamos que de no comer tendríamos asegurada la muerte en medio de la nada, pedí un taco de una mezcla extraña de nopales, papas, longaniza y bistek, cundo llego a mi el pequeño Orejon, un perro no mayor a los 2 años y con un peso no superior a lo que su masa esquelética le brindaba, sentí un golpe tremendo en mi, así que le di mi taco, al fin de cuentas Yo no tenia hambre, su cara de miedo agradecido conmovió hasta el más frio de "Yaincoa".


Con miedo con pasitos lentitos se acerco a mi y lamio mi mano, entendí todo de nada le dije y se acosto a la mitad de la carretea como implorando a alguien terminará lo que la genética comenzo, Pobre desgraciado, y no lo digo ofendiendo si no resaltando la palabra, Solo en medio de nada, sin comida, sin techo sin NADA, más que la espera de su muerte por hambre o por gracia humana.









Regresamos al camión aun no sabemos a donde es la locación y debemos llegar a instalar toda la decoración, el viaje a durado más de lo contemplado.
Después de 6hrs de viaje, encontramos el lugar vació, no hay ni escenario, ni más personas que el productor y nosotros 9.


Y entonces empiezan a montar la carpa y  a trabajar las piesas, a tejer y ordenar todo, el plan es terminar de tejer hoy y montar los andamios mañana, pero tenemos tres percances, 1.- La lluvia comienza ligera, 5min después para y se convierte en granizo bolas gigantes que a golpear duelen como un balín, 2.- Patho (Abdiel) a consecuencia de una gripe, tiene fiebre y esta muy débil por ultimo 3.- Rebel, el encargado de comprar la comida no a llegado y ya son las 9pm en medio de la nada, ni señal alguna.

Patho sigue mal, y aunque su responsabilidad lo obliga a seguir, mientras Jefte y 4 más salen en busca de Rebel y la comida,¨Patho accede a ir  a dormir un poco, el frió afuera del camión cala más que los huesos, prendemos la fogata y en medio de la nada desido ir a dormir un poco, me acuesto en el camión y abrazo a Patho, siento su debil respirar en mi oído y como tiembla su cuerpo, junto al mio. ¿Estas bien?- no responde y solo siento como su fiebre y su temblar se agitan más, lo abrazo y me quedo semidormida, despierto cada 20 o 30min a de nuevo saber como continua.

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Simples

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en el silencio del acto.. radica su fortaleza